15 abril, 2012

¡No alucino, doctor Valden!

No alucino, doctor Valden*. Pero el martes por la tarde, mientras deambulaba por la universidad cargando bajo el brazo cuatrocientas páginas de lectura, recibí una llamada que me puso a temblar las piernas. Tan pronto mi, hasta entonces desconocida, interlocutora me reveló el motivo de su llamada, supe que no podría caminar más sin correr el riesgo de besar el suelo. Flexioné las rodillas, cual si fuese a practicar sentadillas, y escuché. 


¿Amelia qué? ¿Productora de qué? ¿Me está tomando el pelo? Era Amelia Villanueva, productora del espacio radial "Letras en el tiempo", de RPP. Me invitaba a una entrevista con Renato Cisneros, ese viernes (13 de abril). Muy precavida ella, me preguntó si estaba disponible para conversar acerca de mi última novela, "Dómines". Y yo estaba libre ese viernes, pues tratándose del privilegio de la difusión radial, dejaría hasta la cena de Nochebuena con tal de asistir puntualmente y con un diccionario bajo el paladar. 
Y así fue.

No alucino, doctor Valden. Llegué alrededor de las 10:10 al edificio de RPP. Llegué furioso, maldiciendo la parsimonia del conductor del Metropolitano, e intranquilo, pues temía que mi tardanza fuera interpretada como indiferencia o pedantería. Traspuse la reja de entrada, y tras intercambiar mi DNI por una colorida tarjeta que debía mostrarme como un producto foráneo en el escaparate de RPP, me alojé en el edificio. Saludé a la recepcionista como si fuera una vieja conocida, subí los escalones de dos en dos, y me entusiasmó sobremanera toparme en cada rellano como un reportero que descendía ensimismado y gesticulando quehaceres.

No alucino, doctor Valden. Di con el cuarto piso, y lo primero que vi fue una sala de espera amoblada con un enorme sofá de tres cuerpos y, a ambos lados de la habitación, puertas de vidrio que conducían a diferentes ambientes de la planta. En la puerta más lejana entreví el logotipo de "Radio Capital", en la otra, "RPP Noticias". ¿Dónde ubicar a Amelia Villanueva? 
Mostrándome despreocupado ante los pobladores de la sala de espera (uno de los cuales era el congresista Julio Gagó), empujé, no sin cierta dificultad (mis músculos me traicionaban), la puerta de vidrio de RPP Noticias. Entré a una inmensa sala de redacción (o tenía aspecto de sala de redacción). Una veintena de chicos, todos jóvenes entre 24 a 28 años, tonteaban como adolescentes en domingo, frente a una pantalla de ordenador. De cuando en cuando, uno de ellos se ponía en acción, cual si le hubiesen dado la orden mediante telepatía, y tecleaba prestamente, para luego reasumir su aire de tedio. 

No alucino, doctor Valden. Continué por la sala y me acerqué a una de las chicas (reportera, supongo). Me indicó quién era Amelia Villanueva. Estaba al final de la sala y conversaba con otra mujer. Me reconoció en el acto (imagino que vio fotos mías). Me pidió que la esperase fuera, luego me conduciría a la cabina. Abandoné la sala de redacción, más excitado que nunca en todo el día, y tan pronto volví al ambiente de espera, reconocí a Renato Cisneros.

No alucino, doctor Valden. Amelia me presentó a Renato Cisneros, luego cruzamos la puerta con el logotipo de "Radio Capital" y mentalmente dije: "Mi opinión debería importar." Cruzamos una serie de cabinas, todas aisladas con cristales anti-ruido. Conocí a Alfredo Gálvez (co-locutor del programa matutino Levántate y Anda, emitido por Radio Oxígeno). Entramos a la cabina elegida para la secuencia "Letras en el Tiempo." Ya nos esperaba el controlador, un sujeto de escasa barba y bigote, con apariencia de treintón que aun vive con su madre. Amelia nos dio instrucciones y explicó a Renato Cisneros cuál era el sentido de mis novelas. Antes de refugiarse en la cabina de los controles, nos consultó acerca de la melodía de entrada para la emisión. "Una melodía espectral."

No alucino, doctor Valden. Me entrevistó Renato Cisneros. Sentí que recién había llegado, cuando me informaron que la entrevista había tocado final. Sentí que había intercambiado cinco oraciones, pero en realidad llevábamos veinte minutos hablando. Sentí que había dicho tan poco y de ese poco, nada era lo que realmente quería decir. 

No alucino, doctor Valden. Renato Cisneros me acompañó hasta la puerta. Conversamos en la puerta del ascensor, en el ascensor, y a las afueras de RPP. Tomamos direcciones opuestas. Y así me despedí de mi primera experiencia en radio, viendo a Renato Cisneros marchar, escoltado por su sombra bajo el sol, con una copia por revisar de su último libro: Raro.    

Me hubiera encantado publicar esta nota con una imagen temática, pero la productora aun no satisface mi petición de compartir algunas fotografías de la entrevista. Tan pronto las reciba, ilustraré la nota.

* El doctor Valden es el psicólogo que trata a Dave durante su presunto cuadro de alucinaciones. Aparece en el Prólogo del Episodio 1 (Persuasión).

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